El impacto de la pandemia del COVID-19 ha dejado huella en casi todos los sectores de la economía, y el mundo de las franquicias no ha sido la excepción. Veamos cómo ha afectado, adaptado y transformado este entorno:
1. Adaptación rápida al cambio: Las franquicias tuvieron que adaptarse rápidamente a nuevas normativas sanitarias y patrones de consumo. Esto implicó cambios en horarios, procesos de limpieza, medidas de protección y la adaptación al servicio a domicilio o recogida en tienda.
2. Tecnología como aliada: El uso de plataformas digitales se volvió crucial. Muchas franquicias invirtieron en mejorar su presencia en línea, implementar sistemas de pedidos online, aplicaciones móviles y soluciones de entrega a domicilio para continuar sirviendo a sus clientes.
3. Reconfiguración de espacios físicos: Con la necesidad del distanciamiento social, muchos negocios tuvieron que modificar sus espacios, reduciendo el aforo, implementando barreras físicas y zonas de desinfección.
4. Renegociación y flexibilidad en contratos: Dada la presión económica, muchos franquiciadores ofrecieron términos más flexibles a sus franquiciados, incluyendo descuentos temporales en royalties o aplazamientos en pagos.
5. Oportunidades en sectores específicos: Mientras que algunos sectores enfrentaron desafíos significativos, otros experimentaron un auge. Las franquicias relacionadas con la salud, limpieza, delivery y tecnología vieron un crecimiento en la demanda.
6. Cierre de establecimientos: Desafortunadamente, no todas las franquicias pudieron sobrevivir al impacto económico de la pandemia. Algunos negocios tuvieron que cerrar temporal o definitivamente.
7. Nuevos modelos de negocio: Las circunstancias obligaron a las empresas a innovar. Aparecieron nuevos modelos de franquicias más flexibles y adaptados a la realidad post-pandemia, como las franquicias “home-based” o las de bajo costo.
8. Formación y comunicación a distancia: El know-how de las franquicias se transmitió en muchos casos a través de plataformas digitales. Las reuniones, formaciones y comunicaciones entre franquiciador y franquiciado se realizaron virtualmente.
9. Resiliencia y comunidad: La pandemia mostró la importancia de la colaboración y el apoyo mutuo. Muchas redes de franquicias se unieron para compartir recursos, estrategias y enfrentar juntas los desafíos del mercado.
Conclusión: El entorno del COVID-19 demostró que las franquicias, al igual que otros modelos de negocio, necesitan ser resilientes, flexibles y adaptativas. Si bien ha sido un período desafiante, también ha brindado la oportunidad de innovar, adaptar y fortalecer la comunidad franquiciada. La clave para las franquicias en el futuro será continuar evolucionando y anticipándose a los cambios del mercado.